Un buen año

Hace un año la vida me llevó a tomar una de esas decisiones complicadas: Abandonar mi zona de confort laboral y embarcarme en una aventura apasionante. La decisión fue complicada puesto que, además del respeto que siempre da abandonar voluntariamente un trabajo donde eres valorado, conllevaba estar toda la semana lejos del hogar.

Hoy, con el tiempo transcurrido, puedo afirmar que fue una de las decisiones más acertadas de mi vida, tanto laboral como personal. El proyecto, de corte internacional, era nada más y nada menos que afrontar el reto de crear un ERP orientado a corporaciones de empresas, destinado a gestionar tanto lo habitual de un ERP (pero con proyección corporativa, algo muy escaso y peculiar) como varias normas ISO/OSHAS (ISO-9001, ISO-14001, ISO-21500,  OSHAS 18001), todo ello aderezado con la correspondiente aplicación de movilidad.

No sólo el proyecto resultó ser tan interesante como parecía, sino que durante este año he tenido la inmensa suerte de trabajar codo con codo con un equipo humano de un nivel que hasta entonces consideraba impensable por estos lares. Desde un jefe que confió desde el primer segundo en el equipo de desarrollo, dándonos la capacidad para decidir y desarrollar el trabajo según nuestro criterio (algo que debería ser más habitual, pero es muy complicado de encontrar) hasta unos compañeros de los que sólo puedo decir bondades: Analistas programadores de los de verdad, de esos con los que puedes pasar horas y horas aprendiendo y enseñando, en un torrente de feedback brutal.

Sinceramente, hacía mucho tiempo que no me encontraba cara a cara con otros desarrolladores con los cuales poder crecer con mayúsculas; no sólo dentro de lo que es el lenguaje de programación del proyecto… mucho hablamos y mucho aprendimos de Linux, Arduino, Unbuntu Phone, y un largo etcétera.

Sin duda, un año después puedo decir que soy mejor analista y mejor desarrollador que cuando empecé, algo de lo que me enorgullezco y de lo que estoy eternamente agradecido a mis compañeros, puesto que sin el entorno que conseguimos crear habría sido imposible coger las ideas de cada uno de nosotros para modelarlas, mezclarlas y transformarlas en algo mucho mejor.

Por todo ello y por más motivos que no corresponde tratar por aquí, anunciar mi marcha del proyecto fue una acción más difícil si cabe, que la decisión tomada hace un año. La vida da muchas vueltas y los caminos que debemos seguir no siempre son fáciles y muchas veces inesperados.

Tras un año de felicidad en el trabajo, de desarrollo de software de calidad… hasta de cruzar el charco! vuelvo a verme en la misma situación de cambio. Toca abandonar un proyecto para iniciar una nueva aventura, aventura de la cual hablaré otro día, puesto que hoy toca reflexionar y ver lo realizado y no lo que esté por venir.

Tanto a mi jefe como a todos mis compañeros sólo deseo darles las gracias por todo lo que hemos vivido en este año, por hacer tan fácil que me sintiese como en casa, por haberme permitido crecer como profesional a su lado… y por tantas y tantas otras cosas.

Me llevo gratos recuerdos y un puñao de nuevos amigos. Espero que volvamos a vernos pronto (está pendiente esa tortilla de bacalao!) y les deseo la mejor de las suertes con el proyecto, sin duda tiene todo lo necesario para ser un éxito… seguro que dentro de unos años podré decir “Yo formé parte del equipo que puso en marcha ese ERP”.

Solamente me queda decir, gracias.

Un pensamiento en “Un buen año

  1. Saludos Rolando,

    Primeramente, quiero agradecerte porque los aporte que has realizado en tu blog, canal youtube, etc, me han sido (a un novelo como yo), o mejor dicho nos han sido de mucha ayuda en el aprendizaje y por consiguiente de utilidad en la práctica.

    Segundo, al leer tu post, me inspiras y alientas a continuar buscando, aprendiendo, desarrollando, aplicando y compartiendo, no solo el saber de los lenguajes, códigos, algoritmos, etc. sino, también lo referente con las relaciones personales; me enseñas o reafirmas los valores de cooperación, gratitud, amistad, compromiso, humildad, entre otro muchos más.

    Y por ultimo, y no por ello el menos importante, deseo de todo corazón que Dios continúe bendiciéndote y así continúes cosechando muchos éxitos más. Por cierto, no quiero dejar pasar el momento de agradecerte nuevamente, por compartir con todos nosotros, tus conocimientos y tu talento.

    Atentamente Gamaliel Rojas Gómez

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